La edición 2012 del Dakar tuvo mucho picante. Estuvo plagada de polémicas y discusiones que no pasaron inadvertidas. Si se hace un repaso, todo comenzó con el estadounidense Andy Grider, que dejó al mendocino Orly Terranova con las ganas de seguir en carrera. Hubo mucho misterio en torno a este “divorcio”, que se produjo en la víspera de la quinta etapa. Recién cuando el equipo Overdrive (donde corre el argentino) se pronunció sobre el tema, quedó un poco más claro el asunto. Tildó el comportamiento de Grider como “inaceptable e incomprensible” porque había dicho que tenía que irse de urgencia a los Estados Unidos por un problema personal, pero luego se lo vio en Chile comiendo con unos amigos…
Durante la octava jornada (después del día de descanso) hubo otra reyerta. Sobre el inicio de la especial, varios motociclistas se quedaron encajados en un sector cubierto de lodo. Entre ellos el francés Cyril Despres, quien era el líder de la carrera. La cuestión fue que las autoridades anularon el sector del barro para evitar que se atasquen más participantes. Esto benefició a Despres, quien había perdido diez minutos; y enfureció a Coma, que amenazó con dejar la carrera. El español le había ganado la etapa por 17 minutos al francés, pero por aquella decisión esa brecha se redujo a diez minutos. Mientras que en la general, Coma pasó al frente por una ínfima ventaja de 1m26s.
Al día siguiente, en la novena etapa, hubo declaraciones cruzadas entre dos compañeros de equipo: el catarí Nasser Al-Attiyah y el estadounidense Robby Gordon. Después de ganar dos etapas y estar dispuesto a luchar por un lugar en el podio, las aspiraciones de Nasser terminaron al romperse tres veces la correa del alternador de su Hummer. Ésa fue la gota que derramó el vaso, porque criticó duramente al equipo del estadounidense. “Jamás volveré a correr el Dakar con un Hummer y menos en el equipo de Gordon”, disparó furioso tras el altercado. Robby no se quedó atrás y dijo que el Príncipe de Qatar manejó su auto con demasiada vehemencia. La cereza del pastelfue que Gordon se adjudicó aquel especial.
Al final de ese mismo día, los hermanos Alejandro y Marcos Patronelli despotricaron porque Tomás Maffei cambió el motor y no lo penalizaron con 15 minutos…
Gordon siguió dando de qué hablar. Es que tras la décima etapa los inspectores técnicos de la carrera descubrieron que su auto no respetaba las normas reglamentarias al tener una toma de aire no permitida que le otorgaría potencia extra al motor. El piloto fue excluido, aunque una apelación le permitió continuar. El caso será examinado por la Federación Internacional del Automóvil, que tiene un plazo de dos meses para dictaminar quién tiene la razón…
El escándalo enardeció el ánimo de Gordon. Por eso tiró un par de “bombitas” al X-raid (que habría pedido a la organización que revisara su vehículo) y a las autoridades deportivas. Después de ganar la Etapa 12 afirmó que los MINI “son autos de nenas” y que los comisarios técnicos le podían “besar el trasero”.
Y sí, fue un Dakar polémico y muy caliente.