Manejar una moto deportiva sin dudas te pinta una sonrisa en la cara, pero en este caso fue todavía mejor, ya que tuvimos la oportunidad de probar la BMW S 1000 RR en el Autódromo Moisés Solana de Pachuca, dentro del Especial de Fin de Año de Autocosmos, el cual fue dedicado a enfrentar la evolución de la tecnología, con máquinas aspiradas, híbridos y eléctricos, es decir un día pleno de velocidad.
La tercera generación de la S1000RR llegó a México a mediados del 2019 y continúa una joven tradición de la marca con 10 años de historia del modelo. Esta moto mejora el chasis, aerodinámica, peso, motor, dimensiones y de paso el diseño, ya que pierde la asimetría de sus faros, algo que puede o no, gustarte. Con lo anterior nos damos cuenta de que es una moto totalmente nueva, no solo un lavado de cara.
Apartado mecánico
La S1000RR cuenta con un motor de cuatro cilindros de 999 cc , que esta vez llegan hasta los 207 hp y un par motor de 83 lb-pie, del cual tenemos 73 lb-pie desde las 5,500 revoluciones, es decir no hay huecos en la aceleración y es muy lineal y contundente y no tan explosiva como en los modelos anteriores. A estos datos le sumamos un peso de 197 kg en orden de marcha que puede reducir a 193.5 con el paquete M que cuenta con rines de fibra de carbono.
Ya viste que la potencia es una locura, pero la electrónica vuelve a jugar un papel fundamental en esta moto ya que te ayuda al manejo, pero no es algo intrusivo, uno como piloto asume que lleva el control, pero debes saber que esta “sencillez de manejo” la gestiona una computadora. La moto redujo sus dimensiones y peso y esto se siente, pero eso lo explicaré más adelante.
Las asistencias que encontramos son cosas como el sistema de frenos ABS pro que gestionan nuestra frenada incluso en curva, el Dynamic Damping Control que controla la suspensión adaptándose al camino en todo momento y claro el asistente de cambios que omite el uso del clutch en ascendente y descendente. Además, en el mapeo de motor ofrece los ya conocidos modos de Rain, Road, Dynamic y Race donde se modifica la entrega de potencia y ayudas electrónicas, y si esto no es suficiente con el paquete opcional se suman los modos Race PRO 1, 2 y 3, además de launch control, velocidad limitada de pits, y todo esto puede ser controlado de manera fácil desde el manillar izquierdo.
Nuestra experiencia de manejo
Esta vez me saltaré el manejo en ciudad ya que es realmente una patada, la S1000RR no tiene un buen rango de giro, se calienta mucho a baja velocidad, por el diseño que apunta abajo y al frente te duele la espalda y se incrementa el sentir de peso, además claro de los topes que hay que pasar con mucho cuidado y ni hablemos de los baches o piso rayado ya que lo sientes todo.
Como les decía al principio, nos llevamos esta moto a la pista de Pachuca, y las largas rectas que te llevan desde el D.F. debieron ser un buen momento para acelerar, pero la verdad hacía mucho frío y se me entumía todo, así que me la llevé tranquilo, o eso era lo que creía. Estaba en el modo Road e iba a unas 4.000 RPM (de las 14,600 que soporta) algo que en la mayoría de las motos es relajado, pero en este caso resultaban 140 km/h y no se sentían, la suspensión trabaja para que fuera cómodo, y siempre tenía para más al momento de un rebase.
Al llegar a la pista, di una vuelta de reconocimiento y noté que la pista no era apta para una moto, más allá de la tierra el pavimento en los puntos de frenada era malo, y ni hablar del paso por curva. Obviamente esto no me dio nada de confianza, pero poco a poco empecé a dar más vueltas ya en el modo Dynamic y la suspensión absorbía de gran manera el mal camino dejando que mejorara el tiempo de vuelta.
La estabilidad en curva se hacía presente, así como una aceleración brutal y una frenada sorprendente, sí, utilizo estos superlativos poco parciales, porque es la verdad, es impresionante como anda y como frena. Tanto fue así que, por ejemplo, el mejor tiempo para los autos se lo llevó el Ford Shelby GT500, un monstruo de V8 supercargado de 760 hp y 625 lb-pie que logró en la recta de 800 m una velocidad que rondó los 220 km/hr, mientras que la S 1000 RR levantó 215 km/h, ¿nada mal verdad? Las sensaciones que te brinda una moto son únicas y más una deportiva, así que si estás pensando en una de este segmento la BMW es de las mejores y más accesibles opciones (desde 342.300 pesos).
Al manejar la BMW S 1000 RR, me causa un sentimiento encontrado, por un lado la emoción, adrenalina y velocidad de una moto super deportiva y por otro que NO EXISTAN pistas en México para practicar este deporte, y en otros mercados del cono sur e incluso en España los pilotos se forman desde niños en instalaciones acordes, mientras que en nuestro país es un volado, es jugarse la vida, y ya en muchas ocasiones se han cobrado la vida de pilotos en pistas hechas para autos, que para colmo hasta para las cuatro ruedas están en mal estado.