Desde que el Grupo Volkswagen asumió el control de Bentley, comenzó a incrementar su oferta de modelos con el deportivo Continental GT, el sedán “de entrada” Continental Flying Spur y el nuevo buque insignia, el Mulsanne. Sin embargo, la marca británica de super lujo podría estar cerca de dar un paso en falso (o de lograr un suceso total) rompiendo todas sus tradiciones al crear un SUV basado en este concept.
Teniendo en cuenta el éxito que alcanzó Porsche con el Cayenne y que los clientes de Bentley también tienen un SUV de alta gama en sus garajes, entonces no sería descabellado que los ingleses ofrezcan una alternativa más lujosa, al menos así lo testifica este concept que seguramente medirá la aceptación del público en el Salón de Ginebra.
Estéticamente aprovecha los lineamientos introducidos en el Mulsanne, con los faros redondos, la inmensa parrilla con tejido metálico, y las nervaduras laterales que resaltan el cofre y las poderosas ancas posteriores. Observando que la mitad inferior del portón posterior incorpora las ópticas, tal y como sucede con el Q7 de la compañía hermana Audi, se puede pensar que compartirán varios componentes de la plataforma.
Mecánicamente poco se sabe, excepto que contará con tracción integral y el colosal W12 bi-turbo de 6.0 litros asociado a una caja automática de 8 velocidades con posibilidad de añadir un módulo híbrido. Con capacidad para superar los 550 CV y 650 Nm de torque, tiene suficiente musculo para garantizar las prestaciones y refinamiento de todo Bentley, aunque en este caso no solo sobre asfalto.
¿Te gusta que Bentley fabrique un SUV o te parece que arruinará el tradicional prestigio de la marca?