Las sociedades estructuran y construyen su cultura en torno a la diferencia sexual de los individuos que la conforman, ésta determina el destino de las personas, debido a que se le atribuyen ciertas características y significados a las acciones que “se deberán desempeñar” dando origen a los roles de género.
Estos son conductas son estereotipadas por la cultura, así que pueden modificarse dado que son tareas o actividades que se espera realice una persona por el sexo al que pertenece.
Con esto en mente, en el marco de la campaña “No Limits”, Mercedez-Benz se unió con Matchbox para producir replicas en miniatura del Mercedes 220 con el que la piloto Ewy Rosqvist ganó el Gran Premio de Argentina en 1962 junto con Ursula Witrth como su copiloto.
Rosqvist es la primera mujer en ganar un Grand Prix.
Ewy se enfrentó a los prejuicios de su época en el mundo del automovilismo deportivo, donde le dijeron que no iba a terminar la carrera así que la terminó primero.
La mayoría de estos juguetes a escala 1:64 serán obsequiados a niñas de varias escuelas públicas dentro de los EE.UU., y las ganancias de los que sean vendidos serán destinadas a la producción de más modelos cuya distribución será gratuita.
El anuncio de esta alianza se dio en un video donde se aprecia a un grupo de niñas que tienen que escoger con cuál juguete quieren jugar entre los que están distribuidos en una sala y opinar el porqué de su elección. Ninguna de las pequeñas eligió los autos de juguete y argumentaron que eran “juguetes de niños”. Tras esta explicación, se les mostró a las niñas un cortometraje sobre el épico triunfo de Ewy Rosqvist por lo que las niñas comenzaron a jugar con los autos.
Con estas pequeñas acciones, recordamos que los juguetes son sólo eso, juguetes, y no tienen porqué ser exclusivos para hombres o mujeres.
Mercedes-Benz x Matchbox: No Limits
Ewy Rosqvist
